El Fortín no pudo continuar en la senda triunfal de los últimos dos partidos. En un encuentro donde el arbitraje de Leandro Rey Hilfer tuvo un peso decisivo, Vélez cayó ante un Derportivo Riestra en medio de un encuentro muy friccionado y con poco peligro en las áreas. Bajo ese marco, el Malevo acertó su oportunidad al inicio de la noche y se quedó con los tres puntos.
Guillermo Barros Schelotto tuvo su estreno en el banco fortinero. Luego del partido dijo que "me gustó el equipo más desde la actitud que desde el juego" y así fue realmente. Porque costó mucho jugar, ya sea por impericia propia o porque el rival se plantó al límite del reglamento, además de realizar un trabajo defensivo muy bueno.
Corrían 6 minutos cuando Maher Carrizo y Jano Gordon armaron un desdoble por banda derecha. El centro del lateral cayó justo en la cabeza de Braian Romero, pero Ignacio Arce primero y luego el travesaño le negaron el grito. Fue la chance más clara de Vélez. Dos minutos después, en un movimiento muy similar, Riestra dio el golpe: centro pasado de Alonso y Jonathan Herrera entrando por el segundo palo cabeceó al gol.
El Fortín tuvo que armarse de paciencia ante un contrincante que lo fue cercando y raspando cada vez más. El árbitro dejó pegar y recién a los 22 minutos sacó la primera tarjeta amarilla. En ese desgaste entró el partido, mucho freno, el tiempo corría y Vélez pese a controlar el medio con un muy buen trabajo de Claudio Baeza, no volvió a llegar profundo. Para variar, un nuevo gol anulado por posición adelantada cuando Romero definió picando la pelota ante la salida del arquero.
Para el complemento, el Mellizo mandó a la cancha a Michael Santos por Francisco Pizzini. Con la idea de juntar más hombres en el centro del ataque, el plan era ir por bandas y llegar a lanzar el centro atrás; de todas formas los envíos no fueron precisos y entre despejes de los defensores rivales o atrapadas de Arce se fueron consumando las pocas acciones ofensivas.
Por supuesto que la actitud no se negoció, el Campeón del Fútbol Argentino inclinó la cancha en sus desesperación por alcanzar la igualdad. A las ganas mostradas le faltó precisión en los últimos metros y recién en los minutos finales se tomó la decisión de buscar desde afuera, con sendos disparos de Valentín Gómez y Agustín Bouzat que se fueron por encima del horizontal.
El clima caldeado de la noche se fue acrecentando debido a la decisiones de Rey Hilfer de permitir que Riestra corte reiteradamente con faltas. Aumentó la bronca desde las tribunas cuando un claro penal no fue sancionado ni por el árbitro, el línea y mucho menos el VAR. A los 35´ Carrizo remató mordido dentro del área, la pelota picó en el piso y pegó deliberadamente en la mano de Mariano Bracamonte, que minutos después se fue expulsado por doble amarilla. El brazo del lateral amplió volúmen, interrumpió la trayectoria del balón y lo que todo Vélez pidió con justa insistencia jamás fue escuchado. "Siga, siga".
El pitazo final sonó y a masticar bronca. A dar vuelta la página y poner el foco en Peñarol, el próximo miércoles en lo que será el debut en el Grupo H de la CONMEBOL Libertadores.