Los equipos alternos de Banfield y Vélez igualaron 1-1. En un partido muy friccionado en la primera etapa, al Fortín le costó entrar limpio al área rival pero lastimó y mucho de media distancia. El arquero Altamirano sacó todo salvo un disparo de Jorge Correa que terminó por igualar un encuentro que, de acuerdo a lo visto, también fue con gusto a poco para Vélez.
Cuando por abajo no se puede, bienvenido probar de afuera. Así debe resumirse (en parte) los intentos del conjunto suplente del Fortín por llevarse algo desde el Sur. Banfield, ordenado y sin demasiado vuelo de tres cuartos en adelante, hizo las cosas muy complicadas para los dirigidos por Omar De Felippe en un partido que exactamente puede dividirse en dos mitades y con caras contrapuestas: 30 minutos iniciales a pura fricción y una segunda mitad con muy buen juego y peligro en las áreas, sobro todo en la del conjunto local.
Vélez arrancó jugando con Figueroa; Arena, Toni, Grillo y Jerez; Tripichio, Desábato, Doffo, Correa; Romero y Andrada. Mientras que el Taladro alistó a: Altamirano; Coronel, Sosa, Maldonado, Colela; Gómez, Payero, Linares y Álvarez; Villagra y Asenjo. De menor a mayor fue el rendimiento de la visita, decidido a buscar por todos los caminos el arco rival pero con poca claridad en lo metros finales o bien, cayendo en las trampas de la defensa verde y blanca. El roce fue el principal protagonista de la primera mitad. En una cancha húmeda, que ya dejaba secuelas en el pasto del encuentro anterior, alguna que otra pierna fuerte (de ambos lados) estuvo de más y así fue muy difícil encontrar chances claras. Salvo un tiro libre de Andrada que controló muy bien Altamirano y otra intervención del 1 banfileño ante una gran jugada individual de Maxi Romero.
En la segunda mitad al Fortín se le encendieron las luces. Se aceitó la sociedad compuesta por Agustín Doffo y Jorge Correa; los dos zurdos aceleraron a pura gambeta cuando se lo propusieron o bien hicieron la pausa cuando el juego lo demandaba. Ambos pisaron el área pero fue Correa quien más cera estuvo de convertir con dos remates potentes que tapó muy bien abajo Altamirano, a esta altura la figura del partido.
Por supuesto que los cambios que realizó De Felippe también surtieron efecto, sobre todo los ofensivos: Durán x Romero, y Amarilla x Andrada( Mancuso en lugar de Arena y Yordan en reemplazo de Figueroa, completaron las modificaciones). Las variantes en ofensiva fueron determinantes para terminar de volcar la cancha. Ingresó muy bien el delantero guaraní que incluso participó en varias jugadas y puntualmente en la del empate posterior. De igual forma Durán, siempre con la mira en el arco rival, tuvo una gran chance de media distancia que, quién más que Altamarino, para despejar a un costado y aprovechar que Vélez estaba todo volcado en ataque para provocar la apertura del marcador. En la jugada siguiente, Villagra aceleró a fondo y definió ante la salida de Yordan. Inmerecido pero haciendo gala de aquella señera frase: "Los goles que se erran en un arco..."
Asi todo, hubo tiempo para contradecir aquel dicho. Porque en el fútbol nada es sentencia firme. Ni siquiera inquebrantable puede ser la figura del encuentro, por más destacada que haya sido la actuación de un arquero. Jorge Correa volvió a probar de media distancia y, con la ayuda de un pie rival que desvió el disparo, finalmente venció la tenaz resistencia del Altamirano. No había tiempo para mucho más aunque sobre el epílogo entre el propio Correa, Doffo y Amarilla, por poco, no terminan llevándose la victoria.
Fue empate con gusto a poco. Otra vez con Correa creciendo en confianza y mediante un disparo suyo Vélez llegó al gol. El conjunto alterno del Fortín sigue puliendo su mejor forma. En una etapa donde el resultado no es lo más importante, el rendimiento estuvo solventado por muy buenas actuaciones individuales y colectivas. Y eso, en una Pretemporada, ya es más que importante.