Vélez se encontró con la ventaja a 13 minutos del final gracias a la gran definición del ingresado Augusto Fernández y con lo realizado justificaba. Pero a tres del cierre y por un descuido, Carmelo Valencia, el ingresado en Newell's, le metió la cabeza a un centro y selló la igualdad. El Campeón se fue con bronca de Rosario, donde sumó un punto, pero quebró la racha de derrotas.
Rosario, Domingo 18 de septiembre de 2011.
(Prensa Vélez Sarsfield - Estadio Marcelo Bielsa).
Significaba mucho más que tres puntos. Era la oportunidad que no debía dejarse pasar para no perderle pisada al tren del Apertura que ya dejaba a atrás las primeras seis estaciones de un recorrido que tiene destino en la gloria. La misma en donde se bajó solamente Vélez en el camino del pasado Clausura. Era la chance por saber si podía darse la reacción de este Vélez luego de tres golpes certeros y duros en la quijada, que podían decretar el nocaut técnico en el séptimo asalto.
Vélez llegaba a enfrentar a Newell?s en el Marcelo Bielsa, con seis variantes entre las obligadas por suspensiones o lesiones y las imprevistas con la múltiple convocatoria velezana al seleccionado argentino que aprobó el exigente examen ante Brasil en la Provincia de Córdoba. Más que difícil y mucho fue lo que lo subestimaron aquí en Rosario al Campeón por esta suma de reemplazos para conformar el once inicial. Incomprensible rebajaban a este equipo sin mirar la realidad del conjunto de Javier Torrente que venía acumulando varios minutos de sequía goleadora y con resultados que no se daban para nada.
Entonces luego de los saludos, las fotos, los cánticos y con una tarde soleada en el Parque; se corrió el velo a tanto interrogatorio y empezó el fútbol. Desde el vamos, fue el Fortín el que mejor se mostró en campo, con un David Ramírez asumido enlace y entrando en juego poniéndose la pilcha de conductor del Campeón Argentino. Apoyado por el juego de Tito Canteros y el despliegue por las bandas de Francisco Cerro e Iván Bella. Pero por sobre todas las cosas, sosteniéndose con la seguridad que proponían el tridente defensivo compuesto por Fernando Tobio, Sebastián Domínguez y Fernando Ortiz. Ni que hablar de la firme solidez de Marcelo Barovero que atraviesa por uno de lo mejores momentos de un arquero en Vélez Sarsfield. En la Lepra fue más la intención y la obligación por ser el dueño de casa que la chance concreta que podía generar casi sin inquietar la valla velezana.
Vélez hacía todo bien hasta llegar al punto final de la jugada, el desenlace de la obra, el remate de la humorada. Quizás se notó la falta y presencia que no pudieron brindar en la ofensiva la dupla elegida por Gareca entre Agustín Vuletich y Jonathan Ramírez que fue más lo que insinuaron que lo que pudieron concretar. Así y todo, el Campeón se las arregló para inquietar a Peratta. Con remates del Gato Rojo Ramírez, con pases profundos y con una sobre el final del primer tiempo en la que Tobio dominó en el área y que no pudo controlar para definir ante el achique del portero ex Vélez.
Para el complemento la cosa comenzaría a revertirse en el juego. Porque todo lo que brindó en seguridad en el fondo Vélez en la primera, escaseó en la segunda etapa con pelotas profundas que agarró mal parada a la siempre atenta última línea. El más claro ejemplo fue en una salida de Peratta con un saque largo que picó entre dos hombres de Vélez y lo dejó a Tito Noir corriendo mano a mano con Barovero, para hacerlo figura eterna del partido al guardametas velezano en esa acción, ratificando el cero en el encuentro hasta el momento. Torrente cambió al inicio del complemento dos hombres y necesitó uno más por la dura lesión de Vangioni (se fracturó la clavícula); como también Gareca que fue progresivamente metiendo los cambios también en uno obligado por lesión (Cerro se fue con esguince de rodilla). Ahí estuvo la clave, en la sangre fresca y no contaminada por el encuentro. Porque Augusto Fernández le dio explosión a Vélez por su carril y así se anotó en la red con un pique perfecto y aprovechando el brinco del balón le cambió el palo a Peratta para despabilarle la modorra a la estirpe ganadora de Vélez. A 14 del final, el Fortín encontraba la victoria que había merecido en el primer tiempo ya. El desahogo se corporizaba, el sueño de volver a la senda del triunfo también, pero el afán de cerrar el encuentro lo llevó a retroceder. Entonces Carmelo Valencia, el moreno ingresado más importante en Newell?s, se metió entre los centrales y con la cabeza lo fusiló a Barovero a un puñado de minutos del cierre. El local encontraba la igualdad que le ponía un poco apenas de justificativo al resultado si uno tiene en cuenta cada una de las intervenciones importantes del arquero de Vélez en el encuentro. Sin embargo, queda esa sensación de que la liga, sí la liga; hoy le da vuelta la cara a este Vélez que no puede ni siquiera coquetearle al oído.
Favale marcó el final y el empate a un tanto tuvo el sabor de retirarse de la mesa con la sensación de haberse quedado con hambre. Esa necesidad de alimento que solo calma la victoria, los tres puntos. Porque uno solo suma pero no empacha. Por eso el miércoles, en el picnic primaveral del Amalfitani se espera un gran banquete.
Hoy se sumó de a uno. Con el aliciente de haber quebrado la racha nefasta de tres caídas. Un punto y aparte, de lo que vendrá.
Carlos Alberto Martino
El Sitio Oficial te acerca el mejor compacto de imágenes del empate 1 a 1 entre Vélez Sarsfield y Newells Old Boys, en el estadio Marcelo Alberto Bielsa por la séptima fecha del Torneo Apertura 2011.
