Vélez goleó 3-0 a San Antonio Bulo Bulo y clasificó a los Octavos de Final de la CONMEBOL Libertadores. Maher Carrizo, Michael Santos y Álvaro Montoro, los goles en Liniers para disfrutar a lo grande.
En una noche ideal en el Estadio José Amalfitani, Vélez Sarsfield reafirmó su gran presente en la CONMEBOL Libertadores con una sólida victoria 3-0 frente a San Antonio Bulo Bulo, en el marco de la quinta fecha del Grupo H. El Fortín se aseguró con una fecha de anticipación el pasaje a los octavos de final del certamen continental y definirá con Peñarol, en 15 días, quién será el líder de la Zona.
El conjunto dirigido por Guillermo Barros Schelotto salió desde el inicio a imponer condiciones. Dominó la tenencia de la pelota y asumió el protagonismo ante un rival que apostó por un planteo conservador y que buscó inquietar mediante transiciones rápidas. A los seis minutos, Vélez dispuso de una primera chance clara con un penal sancionado por el árbitro, tras una mano de Carlos Suárez dentro del área. Sin embargo, el VAR intervino y la decisión fue revertida.
Con movilidad en ataque y presencia en campo rival, el equipo generó varios avances en la primera mitad, aunque sin mayor profundidad. La más clara para la visita fue un disparo de Jorman Aguilar que se estrelló en el travesaño y encendió las alarmas en el fondo local.
El quiebre del encuentro llegó en el segundo tiempo. A los 64 minutos, Luis Barbosa se arrojó sobre Michael Santos en su intento por despejar la pelota y esta vez el árbitro no dudó: penal para Vélez. Maher Carrizo se hizo cargo de la ejecución y, con categoría, abrió el marcador con un remate esquinado que Rodrigo Saracho llegó a rozar.
Con el resultado a favor, el Fortín mantuvo la intensidad y fue por más. 15 minutos después, a los 79, Michael Santos cortó una larga sequía goleadora (no convertía desde el 31 de agosto de 2024, hace 256 días) con una definición impecable tras un pase filtrado. El uruguayo celebró con efusividad, sabiendo que su tanto fue un desahogo tanto personal como colectivo.
Ya en tiempo adicional, a los 93, Álvaro Montoro decoró la noche con una gran acción individual. El joven mediocampista recibió de Matías Pellegrini, giró con decisión entre dos rivales y definió de "cachetada" para establecer el 3-0 definitivo que desató la ovación de todo el estadio.
Con este resultado, Vélez alcanzó los 10 puntos en el Grupo H y se convirtió en el primer equipo argentino en asegurar su lugar en los octavos de final de la Copa. Además, depende de sí mismo para finalizar como líder de su zona, lo que le permitiría definir en condición de local en la próxima instancia.
La victoria representa mucho más que tres puntos: confirma el carácter competitivo del equipo, respalda el trabajo del cuerpo técnico y alimenta la ilusión de toda la Familia Fortinera. En Liniers, el sueño continental sigue creciendo con bases sólidas y a pura convicción. ¿Por qué no creer?