El fútbol y sus tantas caras. Hoy en Cochabamba: los goles que se erran en un arco, se hacen en el otro. Y a eso sumarle el infortunio que los tantos que decretaron la derrota fueron en contra de propia valla. Vélez no se trajo nada de suelo boliviano pese a merecer largamente el triunfo. Así es el fútbol muchísimas veces.

Incluso con los 2558 metros sobre el nivel del mar, El Fortín estuvo a la "altura" de las circunstancias. En ambos tiempos demostró ser más que San Antonio Bulo Bulo y entre la imperecia en la definición y la falta de fortuna otras veces, se fue másticando bronca del Estadio Félix Capriles.

De entrada comenzó a llegar con peligro. A los 7 minutos, Elías Gómez probó al arco desde 25 metros y el balón tras pegar en un rival se acostó sobre el travesaño. De inmediato Braian Romero tuvo su primera chance rematando alto y a los 19´ otra vez el lateral zurdo probó sin suerte, al buscar el arco a pura potencia y acertar nuevamente el larguero. 

Cuando parecía que la suerte no estaba de su lado, llegó el primer grito que a la postre sería anulado. Romero cabeceó arrojándose al suelo, Rodrigo Saracho le tapó el envío y tras el rebote, Braian arremetió desde el suelo para empujar la pelota a la red. Wilton Sampaio cobró el gol, pero el VAR le sugirió que revisara una posible falta del goleador sobre el arquero. Y así fue, cuando la suela del "nueve" impactó en el brazo izquierdo del 23 para terminar anulando la jugada.

El local recién tuvo un avance franco a los 25´, cuando Enrique Flores exiguió la respuesta de Tomás Marchiori mandando la pelota al córner. De ahí vino el 1-0: centro de Gustavo Mendoza y la pelota cayó en el área chica, para que la impacte Elías Gómez en contra de su propio arco. Abajo en el marcador y a empezar de nuevo.

La primera etapa concluyó con Vélez dominando sin poder culminar con éxito los avances. Y de igual forma continuó la segunda mitad, porque el equipo se paró en campo rival y lo sometió con tenencia y presión tras pérdida. Es cierto que costó llegar claro, aunque en los últimos 15 minutos volvió a crecer la figura de Saracho bajo los tres palos.

A poco del final llegó el 2-0 local: otro córner desde la derecha y en su afán de despejar, Michael Santos, que había ingresado hacía tres minutos, cabeceó la pelota al fondo de la red, descolocando por completo a Marchiori. Pese al claro dominio y merecimiento de no estar en desventaja, una pesadilla de dos goles en contra golpeó fuerte al último campeón del fútbol argentino.

Vélez siguió yendo por inercia hacia al arco rival y finalmente Álvaro Montoro remató al gol luego de una gran jugada individual de Claudio Baeza, de muy buen partido. En tiempo de descuento El Fortín volvió a inclinar la cancha, sin fuerzas y extenuado por el esfuerzo sucumbió ante un rival que ganó de manera insólita, aunque contundente ante un Vélez al que los errores lo condicionaron por completo.

Completadas tres jornadas del Grupo H, los dirigidos por Guillermo continúan en lo más alto con 6 unidades (+ 4 diferencia de gol), seguido de San Antonio Bulo Bulo también con 6 puntos y en cero en cuanto a diferencia de conquistas; más atrás Peñarol 4 (+ 1) y Olimpia 1 (-5).

A levantarse y seguir, Campeón. A recuperar la confianza y volver a creer.