"Vélez es demasiado importante en mi vida. Logré todo, siento que crecí con el club en cada paso que dimos juntos", fue la frase que cerró su oratoria ante los Vitalicios.  Así, Julio Santella describió a la perfección su relación con el Fortín. La cual, más allá de haber tocado el cielo con las manos en 1994, se remonta mucho más atrás en el tiempo. Creció con Vélez, calibrando equipos infantiles en el Fútbol Recreativo. Se graduó en Vélez, cuando integró los cuerpo técnicos de Toto Lorenzo, Alfio Basile y José Yudica. Radicó su máster en el Fortín al preparar la máquina de Carlos Bianchi y nunca dejó ni de aprender ni de crecer, porque en 1986 fue el creador y Coordinador del curso anual para Profesores de Educación Física: "Preparación Física Especializada en Fútbol", del Profesorado Dalmasio Velez Sarsfield. 

Santella y Vélez fueron de la mano hasta llegar al punto máximo de superación. Santella es Vélez y se ubica en el Olimpo de los Grandes que ilustran su rica historia como club. Por todo esto y mucho más, fue homenajeado este jueves en el marco de los cumpleaños del mes de los Socios Vitalicios.

Las reuniones de fin de año postergaron el evento. Aquellos cuyos natalicios tienen fecha en los meses de octubre, noviembre y diciembre, llevaron adelante su noche de festejos con un invitado de lujo. Más de 100 personas coparon el salón vip del tercer piso de la sede para disfrutar de la presencia de uno de los hombres más destacados en su área dentro del fútbol argentino.

La charla fue moderada por le Periodista Carlos Cárrega, quien condujo las palabras del Profe (ante las preguntas de los socios) por distintos puntos de su vida profesional. Y por supuesto, su encuentro con Carlos Bianchi, de quien Santella remarcó:

"Fue el Entrenador más pensante con el que trabajé. Bianchi era extremadamente racional, un profesional brillante que resolvía todos los detalles. Mucho más en las charlas individuales con los jugadores que de manera grupal, con lo difícil que es llegarle al jugador individualmente".

Por supuesto que los seis títulos obtenidos en la Era del Virrey, fueron tema de consulta permante para que el entrevistado se luciera con un montón de anécdotas, que iban desde cuidarle la silueta a Turco Asad y al Turu Flores al secuestrale golosinas, hasta irse en elogios por aquel grupo de jugadores que tuvo bajo su tutela.

"No imaginábamos todo lo que vendría. Incluso cuando fuimos Campeones del Mundo en 1994, nunca fuimos conscientes que estábamos escribiendo historia".

El aplauso cerrado, fervoroso, para con el anfitrión de la noche, permitió evidenciar que Julio Santella nunca dejó de estar en el corazón del hincha de Vélez, incluso cuando se encontraba trabajando en otra institución. Su calidez al transmitir valores es inigualable, dotada de un lenguaje tan profesional como accesible. Raúl Gámez le agredeció especialmente por preparar al mejor Vélez de toda la historia pero también por sus enseñanzas para con los más jóvenes. Vélez y Santella, una vez más, demostraron ser sinónimos de gloria perpetua.