En la clásica reunión que organizan los Socios Vitalicios para celebrar los cumpleaños del mes, Claudio Martín Cabrera fue un invitado de lujo. El Chacho regaló un montón de anécdotas de su paso por Vélez y la Selección Argentina y remarcó: "No tengo manera de devolver tanto afecto" .

Una vez más el Salón Vip del Tercer Piso se vio colmado en su capacidad para recibir a una gloria velezana. Bajo la excusa de festejar los cumpleaños de los Socios Vitalicios cuyo natalicio tuvo lugar en los meses de agosto, septiembre y octubre, un ex jugador del Fortín fue recibido con gran entusiasmo. "El Chacho es el primer futbolista que no fue campeón con Vélez que pasa por este evento", resaltó Gabriel González, Presidente de Vitalicios. ¿Por qué la aclaración? Sencillo: Hay jugadores que no necesitan sellar con títulos para ser recordados tras su paso por el club. Claudio Martín Cabrera y su clase imperecedera como volante central, dan cuenta de lo dicho.

A continuación, algunas de las frases que dejó aquel volante de cabellera enrulada y cabeza levantada

• "El mejor puesto del mundo es el de volante central. No era bueno recuperando, me caracterizaba más por distribuir juego. Con el Indio Vázquez, que era amigo, me entendía mucho pero también hablaba el mismo idioma con el Tucumano Meza".
• "Llegué a Vélez en 1986 junto al Turco García. Huracan nos vendía a los dos o a ninguno. Recuerdo que Vélez le compra el pase a Torres y lo cede a Huracán, mismo a Carlos Gay y Daniel Messina. Todos a cambio de nuestra ficha".
• "José Yudica era el Entrenador cuando llegué al club. Previamente en Huracán, fui compañero de Omar De Felippe, jugaba bárbaro, en mi puesto, tenía quite y juego y le pegaba con las dos piernas. Yo pensaba que nunca iba a ser titular estando él".
• "Me han tratado bien en todo Vélez en general pese a la lesión de rodilla que tuve. Es el día de hoy que tengo ese problema conmigo, no me deja dormir por momentos y me duele seguido. Pero es parte de la vida y por ser futbolista no puedo estar ajeno a que me pase".
• "No recuerdo la fecha que falleció mi mamá, pero si la de la lesión. A mi madre la sigo amando, no me siento mal por no recordar el día de su muerte. Y si sigo amando a este club, es por lo que me dio la gente, no tengo manera de agradecer tantas muestras de cariño".
• "Pude haber ido al Mundial 90 y hasta podría haberle dado muchas más alegrías al hincha de Vélez si no fuera por las lesiones".
•  "Una vez leí que los hombres que lloran solos con el corazón roto, pelean una batalla constante. Mis hijos saben que su papá es rengo, pero me paro siempre de la manera más elegante".
• "Una vez un hincha de Vélez me dijo: "Pibe, después del Turco Julio Asad, sos el mejor que vi". Mi viejo, el crítico más agudo que tenía, nunca me permitió creérmela, siempre me bajó a la realidad. Pero el día que le conté eso, me dijo: "Listo, hijo, te ganarse el cielo futbolístico porque era un mounstruo Julio".

Ya sobre el final del encuentro, después de varios ida y vuelta con los socios, se dio el momento más emotivo de la noche. El Periodista Carlos Carrega, moderador del evento, le preguntó a Cabrera: "¿Qué es Vélez en tu vida? Y entre lágrimas, el agasajado respondió:

"Vélez para mi es lo que no puedo expresar ni llegar a entender tanto afecto desmedido, pero no lo puedo rechazar porque me hace sentir vivo. Ese eterno agradecimiento es una deuda eterna, no voy a tener manera de corresponder tanto afecto pero...me hace muy feliz".