Ríe a carcajadas Pietro. Se tienta y achina sus ojos porque, un globo inflado por su madre, va perdiendo el aire y sale despedido para donde el viento disponga. Una y otra vez se repite la acción. Y vuelve a largar carcajadas de felicidad. Gatea firmemente y está a punto de caminar. El pequeño Pietro ya tiene un año y su vida espera seguir despertando sonrisas. En él y en todos los que lo aman, y día a día aguardan por verlo completamente sano.

"El Síndrome de Kawasaki es un virus que aparece normalmente en niños menores de 5 años. Sus manifestaciones son fiebre en altas temperaturas y escamas en la piel. La boca y los ojos se tornan muy coloradas. De todo eso, Prieto no tuvo absolutamente nada. Se le manifestó la enfermedad a los seis meses y nos dimos cuenta cuando estaba a punto de transitar un infarto. Porque lo que hace el virus es estrangular las arterias, por caso las coronarias que son las que van al corazón", cuenta su padre, Gustavo Fusto. 

"La estamos luchando permanentemente con mi mujer, Joana, y toda la familia. Mi hijo está anticoagulado, las arterias se destaparon pero su corazón sigue comprometido. Los médicos nos dicen que Pietro es un elegido, por eso nos manifiestan que el transplante es la opción más adecuada. Hace seis meses que estamos internados en el Hospital Italiano, desde los primeros días de octubre", agrega Gustavo, también papá de Constanza de 10 años y Francesca, de 4. 

La realidad es que Pietro necesita urgente un trasplante de corazón para seguir viviendo. Lleva más de seis meses esperándolo y está primero en lista de espera del INCUCAI. Por eso, la concientización sobre la donación de órganos debe ser total por parte de la sociedad entera. Pietro necesita un corazón para seguir sonriendo.

Para más información ingresar a www.facebook.com/uncorazonparapietro/

http://www.incucai.gov.ar/