No fue para ninguno de los dos. El encuentro de necesidades dispares entre ambos, quedó finalmente con un cero a cero en el marcador, en el choque disputado en el Diego Armando Maradona. 

Vélez necesitaba el triunfo para seguir prendido en la lucha por ingresar a la Copa Libertadores de América (quedó a cinco unidades de River que es el último en ingresar); aunque de todas formas, se mantiene firme en una sexta ubicación que lo deposita por ahora en la Sudamericana. Mientras tanto, Argentinos luchaba por conseguir los tres puntos que lo confirmen en primera una temporada más; aunque el punto obtenido en casa lo acercó aún más al objetivo.

Con muchas imprecisiones de ambas partes y un partido mal llevado por Patricio Loustau; el juego se fue degenerando luego de un inicio prometedor, donde de un lado y del otro mostraban sus mejores armas.

En el Fortín se vio un cambio notorio en campo, con Nicolás Domínguez como salida por derecha haciendo la banda de una defensa que contó con Laso, Giannetti y Abram; más Cufré en el medio por la izquierda. Sumado a un ataque que contó con Almada (Bouzat en el banco) y Vargas por afuera, con Leandro Fernández como referencia. En el medio, y como generación, Giménez y Robertone.

Fue Vélez el que más intentó con la pelota al piso y fue Robertone el que le dio juego al equipo el tiempo que estuvo en cancha. Probó desde afuera en un rebote de tiro libre y estrelló un cabezazo en el travesaño en el instante previo a su dura lesión. En el segundo salto de la mencionada jugada de riesgo, impactó de lleno su rostro en la cabeza de Quintana, acción que lo llevó a abandonar el terreno de juego. 

Desde ahí, la visita perdió el juego, ya que el ingresado Galdames nunca pudo hacer pie en cancha y darle esa impronta al equipo desde la calidad que lo caracteriza.

Los de Dabove, durante todo el juego llegaron con peligro desde los balones detenidos que se reiteraban una y otra vez. Así también encontraron el larguero en un remate largo de Mac Allister, que desvió justo Hoyos. Poco más del Bicho que llevó aproximaciones solo desde el empuje y el barullo.

En el complemento, Vélez tuvo dos claras. Al principio, un buen enganche de Fernández por izquierda que encontró con el remate el pecho del arquero Cháves. Al final, con un Vargas en libertad recibiendo de frente al arco y en la medialuna del área, se tomó un tiempo para colocar un remate que llegó a cortar justo Torrén y que tenía destino a red.

El punto alargó la vida de un Argentinos que reza por la permanencia y que sin dudas celebra su obtención. Para Vélez, fue un paso más al objetivo de las copas, pero que le sigue encontrando sabor a poco, por lo que intenta y no puede resolver.