Vélez culminó su participación en el Torneo con un empate sin goles ante Temperley. Tras "regalar el primer tiempo" como dijo De Felippe en conferencia, el equipo, con más ganas que fútbol, hizo mayores méritos que el Celeste para llevarse la victoria en el complemento. Ahora, a descansar y recargar energías para volver más fuertes en una Temporada que promete ser por demás exigente.

Sin duda alguna que la sorpresiva desvinculación de Mariano Pavone, durante la tarde del domingo, dejó resabios en el plantel velezano. Un día después, los rastros no sólo se hicieron evidentes en la falta de gol que tuvo el equipo tras la salida de su goleador, sino también se plasmó como un duro golpe anímico por la ausencia de uno de sus referentes puertas adentro.

Traducido en el juego, durante el primer tiempo, a Vélez le faltó peso en ofensiva: Maxi Romero fue absorbido por la marca de los experimentados Gastón Aguirre y Gastón Bojanich. El Tigre no pudo zafar del asedio de la dupla central y casi siempre quedó de espaldas al arco o bien, optó por salir hacia los costados alejándose del arco para evitar la embestida celeste.

Pero un equipo no solo depende de su centro delantero para vulnerar el arco rival. La línea de volantes siempre estuvo bien obstruida por en tándem compuesto por Matías Sánchez y Alexis Zárate: Zabala y Vargas contenidos por afuera y Nico Domínguez sin claridad en el medio. Confuso Delgadillo. Todo llevaba a un panorama de difícil resolución: Así, a Vélez le costó muchísimo llegar al arco rival. Tanto que solamente pudo optar por un par de remates del uruguayo y Delga que sin mayor peligro llegaron a las manos de Leandro De Bórtoli.

¿Temperley? Apenas un par de aproximaciones con defectuosa definición por arriba del horizontal. Con las luces del ingenio apagadas y la pierna fuerte a la orden del día, los 45 iniciales no ofrecieron mucho más.

Para el complemento, Vélez decidió apostar al funcionamiento que vino mostrando en las últimas fechas. La movilidad de Domínguez fue clave para soltarse de Sánchez y así empezar a controlar la pelota; mismo Vargas dejó de estacionarse por la banda izquierda y comenzó a penetrar por el medio. Tal el caso del pase del Monito por el carril central que Delga no llegó a conectar y luego Domínguez, tras tomar el rebote, remató a las manos del arquero.

El Fortín se adelantó 10 metros y empezó a tomar riesgos con Amor y Giannetti defendiendo en mitad de cancha. El equipo se volvió corto, compacto y ancho con el ingreso de Alvarenga y ganó en precisión con Cáseres. Era cuestión de animarse un poco más.

Con esa postura, empezaron a llegar las amenazas al arco de la visita con un disparo de Vargas desde puerta de área que se fue muy cerca del travesaño. Cinco minutos después, la situación más clara del partido: Maxi Romero cabeceó con los ojos bien abiertos y eligió el lugar para ubicar el balón, pero la mala fortuna hizo que el testazo se fuera besando el vertical izquierdo. También probó Delgadillo con un fortísimo remate cruzado que rozó el travesaño; Cufré volvió a optar por la media distancia pero el disparo se fue pegado al poste derecho. Así, entre los 15´ y 35´, los dirigidos por Omar De Felippe tuvieron las chances más claras del partido para abrir el marcador.

La derrota de Aldosivi a manos de Olimpo condenada al conjunto marplatense a la segunda categoría. Y Temperley, que con el empate permanecía en Primera, dispuso de dos férreas líneas de cuatro que cada vez defendían más atrás. El cerrojo celeste terminó causando efecto y Vélez empezó a desgastarse: Iba pero sin la profundidad de aquellos 20 minutos donde construyó los mayores méritos para ganar el partido.

El pitazo de Fernando Echenique decretó el final del torneo con un 0-0 donde el buen juego estuvo ausente. Y con más ganas que fútbol, Vélez hizo lo suyo pero no alcanzó, como tantas otras veces a lo largo del certamen. Recargar energías en el receso será vital y determinante para un Plantel que pinta ser muy diferente al actual (en cuanto a nombres) cuando de inicio la Pretemporada de Invierno, allá por el 11 de julio. Se viene por delante un Temporada crucial para el Fortín y todo Vélez deberá estar a la altura de lo que demanda su enorme y fructífera historia.