Torneo

PavONE

Con un Pavone figura e infalible desde los doce pasos, Vélez venció de manera agónica pero merecida a Tigre por 2 a 1, durante la noche del lunes en Liniers. Con mucha entrega y sacrificio, el Fortín sumó de a tres en un encuentro muy duro. El Tanque cada vez más MVP del hincha.

Mariano Pavone celebra su primer tanto de la noche. El Tanque es el alma de este equipo y Vélez lo disfruta.
Por Carlos Martino

Vélez volvió al camino del triunfo durante la noche de lunes en el Estadio Amalfitani, tras vencer a Tigre por un agónico 2 a 1, en el marco de la fecha 24 del Torneo de Primera 2017. Con un Mariano Pavone infalible desde los doce pasos y enarbolando la bandera del sacrificio máximo, el Fortín trabajó la victoria sostenido por el juego preciso en la mitad del campo de juego del juvenil Santi Cáseres, como también todo un equipo en su entrega total.

Sin dudas que las últimas semanas no habían sido las más felices para un Vélez que trata de escaparle a una pesada irregularidad que le coarta las chances de salir a flote en una tabla de promedios que alarma. La última derrota ante Belgrano en casa, obligaba aún más al triunfo este lunes y De Felippe seguía apostando a un once al cual todavía le quedaban por mover un par de piezas.

Pensando en el equipo de Facundo Sava, el entrenador del Fortín planteó dos variantes respecto de equipo que venía de caer ante el Pirata Cordobés. Como decisión táctica, Nasuti le dejó su lugar a Giannetti; mientras que Desábato volvió al once en lugar de juvenil Domínguez. En juego, Vélez mejoró y sobre todo, se lo vio un equipo paciente por más que el resultado que parecía cómodo se complicaba y los minutos corrían sin poder volver a vulnerar la valla de Javi García.

Para colmo de males a un equipo que no le sobra mucho, a tan solo 16 minutos de juego perdió a un jugador desequilibrante y determinante como Juan Manuel Martínez para el ataque. A la cancha Nico Delgadillo quien entró enchufado, sobretodo para ir para delante con alguna complicación en el retroceso.

Vélez fue quien dominó el juego en una buena primera parte, donde la ventaja llegó desde los doce pasos tras un claro penal sobre Vargas que Mariano Pavone (por primera vez dentro de los 90 minutos de juego) se hizo cargo para romperle el arco fuerte, arriba y al medio a un García que elegía un palo abajo. El Capitán y Comandante (con el gesto incluido) mostraba su eficacia y su importancia siempre exigiendo. Tuvo además una media vuelta que encontró bien parado al arquero y alguna situación más.

El Capitán y Comandante (con el gesto incluido) mostraba su eficacia y su importancia siempre exigiendo.

Pero cuando más controlado tenía el juego Vélez y en el minuto de descuento de la primera etapa, Tigre jugó rápido un bote a tierra que dejó mal parado al Fortín y que Alexis Castro con una sutileza tremenda definió por sobre el cuerpo de un Aguerre que estiró su brazo pero sin llegar a desviar por completo un remate que se metió en el fondo de su arco. Vélez otra vez cometía una distracción que en estas condiciones se pagan carísimo. Duro golpe para un equipo que debía levantarse para el complemento.

En la segunda etapa, fue decididamente el equipo de De Felippe el que se hizo cargo de la pelota, el campo y las situaciones de gol. Los buscó por todos lados sin desesperarse con un Pavone sacrificado y un juvenil Cáseres que no falló en el mano a mano y mucho menos en los pases a sus compañeros. Fue un partido casi perfecto de la última joya de la cantera velezana.

Sobre el final y ya en tiempo de descuento, en una macabra costumbre Vélez encontró el triunfo. Argarañaz cambió un leve agarrón de Godoy a Grillo en el área por un tiro de los doce pasos y otra vez Pavone, con una carrera de definición cruzado para meterse de lleno en el corazón del hincha de Vélez como el MVP de estos tiempos que corren, el único héroe en este lío. Justo o no, penal o no, Vélez una vez en el torneo pudo conocer la sensación de esa situación tras haber saboreado el néctar amargo del robo o la injusticia.