Torneo

Se topó con un muro

Vélez hizo figura y responsable a Rigamonti de lo que terminó siendo igualdad sin goles ante Quilmes en la noche de Liniers. El Fortín creció en juego, fue por obligación y tuvo varias chances claras en las que siempre se topó con el uno cervecero. El punto sabe a poco, aunque el equipo dio respuestas.

Diego Zabala no lo puede creer. El uruguayo tuvo la última y una vez más gigante Rigamonti le negó el gol del triunfo a Vélez.
Por Carlos Martino

Vélez igualó sin goles ante Quilmes, durante la noche del lunes en el Estadio José Amalfitani y cerrando la fecha 26 del Torneo de Primera División 2017. El equipo de Omar De Felippe mostró una cara mucho más positiva en cancha desde el juego, siendo claramente superior al rival pero de todas formas, no pudo capitalizar esa superioridad en el último toque, topandose además con la gran figura del arquero Rigamonti y sumó un punto que por desarrollo sabe a poco.

Fue claro y quedó demostrado que el Fortín tuvo un partido que desde lo futbolístico mostró un gran avance teniendo en cuenta las dos últimas actuaciones ante Godoy Cruz por el torneo local y el encuentro reciente ante Leandro N. Alem por Copa Argentina. Un Vélez que le presentó credenciales al rival con la chapa de ser el local y de buscar siempre la obligación de dejar los tres puntos en casa. Sin desesperarse, buscando siempre el camino del juego pero en la mayoría de las jugadas simplificando el trabajo del portero que siempre además, se encontró bien ubicado en el lugar preciso destinado para el balón.

Santiago Cáseres cumplió con un encuentro de muy alto nivel, siendo en casi todas las jugadas y a pesar de su corta edad reflejada en el puñado de encuentros que registra en Primera, la salida limpia y clara del equipo. Es cierto que también, Vélez no sufrió alarmas en el fondo, las mismas que siempre fueron desactivadas a tiempo por la pareja central de Giannetti y Amor, con un Cubero que estuvo prolijo y enchufado para ir siempre para adelante desde el empuje. Vélez intentó por las bandas, con un buen pie de Zabala pero con la intermitencia de Delgadillo alternando buenas y malas deciciones con el balón.

Los de De Felippe contaron con la tenencia, el territorio y las situaciones; mientras que los de Cristian Díaz nunca pudieron hacer pie en el campo y se sostuvieron aprentando las líneas contra un Rigamonti soberbio que hizo gala del imán de sus manos para atraer el balón siempre a ellas. Quilmes que desde lo comprometido de su situación en la tabla, nunca salió a buscar el partido ni siquiera inquietarlo a Vélez en campo.

Por eso se evidencia más la falta de definición de Vélez de uno de los partidos que mejor lo jugó con la pelota, inclusive los que se fue victorioso ante Tigre o Unión por ejemplo (ni que hablar de las derrotas ante Boca y Godoy Cruz); y que más cómodo se sintió planteando el encuentro en el campo rival.

Las situaciones comenzaron a sucederse con el correr de los minutos y se excedían en claridad cuando el reloj apretaba sobre el final. Lo buscó Pavone en más de una oportunidad pero siempre el nueve de Vélez se topó con la soberbia noche de Rigamonti. La primera fue en la etapa inicial, con un centro desde la izquierda de Delgadillo que en el cálculo lo agarró pasado en el aire y el Tanque tuvo que corregir con el cuello hacia atrás quitándole fuerza al testazo que encontró las manos del 1. En el complemento fue todo de Vélez, con un Aguerre de espectador de lujo. Otra vez Pavone tras un centro en una contra de Zabala que desde el piso corrigió al arco la trayectoria del balón pero que lo encontró a puro reflejo al arquero para no dar rebote (como en toda la noche) en una de las más difíciles. Lo volvió a tener Pavone de cabeza y otra vez fue Rigamonti el ganador del duelo. Porque le quedaba la última y luego de un centro pasado de derecha a izquierda, apareció vacío por el segundo palo Zabala que controló con el pecho y de derecha le rompió las manos a un arquero que a esa altura ya era héroe; mientras sus compañeros en cancha tiraban la toalla de un Vélez que se venía con el empuje de su gente.

Sobre el final y con el adicionado, Vélez por lucha y búsqueda sintió el cansancio y le costó sostenerse en campo rival en los minutos últimos del encuentro. Una sensación que con el pitazo final y el empate consumado, más el lastre de los partidos regaló un sabor a poco al punto cosechado. Un Vélez que se topó con el muro de Rigamonti y el de su realidad.

100 IMÁGENES

PD17 | F26 | #VEL0xQAC0

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Compartimos las imágenes del empate sin goles entre Vélez y Quilmes en el Amalfitani por la fecha 26 del Torneo de Primera 2017.