Nacido en Capital Federal e hincha del Fortín, su paso por las divisiones menores velezanas fue tan destacado que, con edad de sexta división, fue promovido por Roberto Rogel para entrenar con el plantel profesional.

El debut en la máxima categoría no se hizo esperar: el 3 de marzo de 1991, con 18 años recién cumplidos, ingresó por el mendocino Juan Carlos Minotto cerca del final del partido que Vélez le ganó a Gimnasia y Esgrima La Plata, en Liniers, por 3 a 1. Pese a su juventud, Christian se afianzó a partir de ese estreno y participó en gran parte de los cotejos de esa temporada.

Su primer gol se lo anotó a Talleres de Córdoba en el Estadio José Amalfitani el 7 de abril, encuentro en el que abrió el marcador y que terminaría con un ajustado triunfo por 2 a 1. Ese mismo año formó parte de la selección juvenil que compitió, sin éxito, en el Mundial Sub 20 de Portugal.

Con Eduardo Luján Manera este volante de buen manejo y gran criterio táctico se transformó en titular de la formación que se quedó con el subcampeonato en el Clausura 1992 y, a partir de entonces, su presencia se tornaría imprescindible.

El ciclo deportivo más glorioso en la historia del Club, que se inició en 1993 con la llegada de Carlos Bianchi, lo tuvo como pieza clave para el equilibrio entre defensa y ataque. De una inteligencia extraordinaria para el juego, no exenta de sacrificio, conformó un tándem inolvidable junto al “Pacha” Cardozo por el sector izquierdo, y manejó, junto a José Horacio Basualdo, los tiempos de aquel equipo que llegó a lo más alto del fútbol mundial.

Ganador de todo, en sus diez temporadas dentro del XI inicial del Fortín, fue protagonista en la obtención de ocho títulos: Clausura 1993, Copa Libertadores 1994, Copa Intercontinental 1994, Apertura 1995, Clausura 1996, Recopa Sudamericana 1997, Supercopa 1997 y Clausura 1998. Si la Copa Interamericana 1996 no figura en su palmarés fue sólo porque al momento de disputarse se encontraba afectado a la selección argentina.

A la par de sus brillantes desempeños de cada domingo, su participación fue casi permanente en el seleccionado nacional. Con el combinado Sub 23 se consagró Campeón Panamericano en Mar del Plata 1995 -Argentina se impuso a México en una infartante definición por penales en la que él marcó el gol decisivo-, y Subcampeón Olímpico en Atlanta 1996.

En la selección mayor jugó 22 partidos entre 1994 y 1999, aunque sufrió una tremenda decepción cuando en 1998 Daniel Passarella, injusta y sorpresivamente, lo dejó fuera de la lista de jugadores convocados para disputar el Mundial de Francia. Sin embargo, asociada a este hecho se encuentra la ovación más grande que Bassedas recuerda haber recibido en toda su carrera: la que le regaló la hinchada fortinera, un día después de su exclusión, la tarde en la que Vélez le ganó a Huracán por 1 a 0 para quedarse con el Torneo Clausura de la mano de Marcelo Bielsa.

Transferido al Newcastle en 2000, permaneció dos temporadas en Inglaterra, la siguiente pasó a préstamo al Tenerife español y regresó a la Argentina en 2003. Luego de negociar con Newell’s y de que el club rosarino lo anunciara como refuerzo estelar para su plantilla, Christian decidió rescindir el contrato antes de debutar y comunicó su temprano retiro, con apenas 30 años. Sin proclamarlo, pero con todo su sentimiento a flor de piel, cumpliría la consigna de jugar, en la Argentina, solamente en Vélez.

Su extensa trayectoria con la V azulada en el pecho totalizó 29 goles convertidos en 331 presencias, de las cuales 271 correspondieron al fútbol local -268 en torneos regulares y 3 en la Copa Centenario-, y 60 a competencias internacionales, según el siguiente detalle: 29 por Copa Libertadores, 14 por Supercopa Sudamericana, 12 por Copa Mercosur, 2 por Recopa Sudamericana, 2 por Copa Conmebol y una por la Copa Intercontinental.

Después de un paso por el periodismo-comentó fútbol inglés en televisión y condujo un programa de radio, junto a sus viejos amigos y compañeros Fernando Pandolfi y Damián Manusovich-a fines de 2008 asumió como Mánager del Fútbol Profesional, y su primera medida no pudo ser más acertada: recomendar la contratación de Ricardo Gareca para que se hiciera cargo dirección técnica del plantel de primera división.

Elogiado unánimemente por propios y extraños, responsable de la contratación de grandes futbolistas que rindieron en extraordinario nivel, como Maximiliano Moralez, Sebastián Domínguez, Augusto Fernández, Lucas Pratto y Facundo Ferreyra, entre otros, Bassedas dejó su función a fines de 2014.

En 2016, en un contexto futbolístico complicado para el Club, asumió como entrenador y en la primera mitad del año su elenco pudo juntar importantes puntos que engrosaron el flaco promedio heredado de campañas anteriores, pero en el Campeonato 2016/2017 los resultados no lo acompañaron, y tres derrotas en las primeras cuatro fechas, sumadas a la temprana eliminación en la Copa Argentina, marcaron el final de su ciclo, el que abarcó 22 encuentros, con 9 victorias, 4 empates y 9 caídas.

Actual conductor táctico de la UAI Urquiza de la Primera B Metropolitana, su carrera registra pasos previos por Boca Unidos de Corrientes y Olimpo de Bahía Blanca.

Bassedas jamás se escudó sobre el colchón de múltiples laureles que cosechó en su trayectoria en Vélez  y que lo amortiza por un largo tiempo. La pedantería es un rasgo que no figura en el catalogo de su siempre ponderada bonhomía.

Nuestro querido, respetado y admirado Christian Bassedas festeja un nuevo cumpleaños: el mundo fortinero lo abraza con el inmenso cariño que supo ganarse gracias a su profesionalismo, sus dotes como futbolista, su amabilidad para con todos y su don de buena gente.

¡Feliz Cumpleaños Christian!