Junta Histórica

¡Feliz Cumple, Víctor Hugo!

El 21 de enero de 1968 nació en Córdoba uno de los mejores marcadores centrales de la historia de Vélez. Víctor Hugo Sotomayor fue sinónimo de elegancia y solvencia en la línea defensiva de un equipo que ganó absolutamente todo.

Por Junta Histórica

Nacido en Córdoba, en el barrio Ameghino Norte, comenzó a jugar al fútbol a los 7 años y desde los 10 hasta los 12 se desempeñó en Belgrano. Sin embargo fue en el Racing cordobés donde hizo las divisiones inferiores y concretó su posterior debut en Primera, el 3 de Agosto de 1986. Casualmente su estreno en la máxima categoría fue ante Vélez y en el Amalfitani, escenario que con el tiempo se volvería su casa. Sotomayor reemplazó  los 78 minutos a Pascual Alfredo Noriega. El partido terminó a 3-1 en favor del Fortín.

Cuando arrancó en la Academia cordobesa no había presupuesto para las vitaminas. Uno de los técnicos les sugirió a todos los jugadores el armado de una dieta a base de sopa de hueso. Estela, la madre de Víctor Hugo, aceptó el consejo y le preparaba el consomé en el desayuno, almuerzo, merienda y cena. Pasado el tiempo a Víctor lo operaron de ligamentos cruzados, cuando salió de la operación el médico dio el informe y comentó: “nos costó mucho, tiene unos huesos fuertes”. Su madre respondió orgullosa: "viste viejo, esa es la sopa que le hacía".

Siguió dos temporadas más en Racing de Córdoba y luego se fue al viejo continente, al club Hellas Verona en el año 1989. Allí militó hasta 1991 momento en que recibió una oferta tentadora y pasó a FC Zúrich, entidad donde por distintas lesiones tuvo escaso rodaje.

Volvió al país a mediados 1992 y arregló de palabra con Racing de Avellaneda, incluso participó en varios amistosos, pero apareció Vélez que también pretendía sus servicios, y se mudó a Liniers para llenarse de gloria.

Su bautismo en el Fortín se produjo el 23 de agosto de 1992 en un duelo ante Belgrano que Vélez ganó por 1 a 0. Tras la salida de Eduardo Luján Manera y la llegada del interino Roberto Mariani, Sotomayor fue relegado al banco de suplentes.

Con el arribo de Carlos Bianchi como entrenador, forma una de las mejores zagas centrales que tuvo Vélez a lo largo de su historia. Junto a Roberto Trotta edificaron una "gran muralla" en el fondo y puntales en la obtención del campeonato Clausura 1993.

En 1994 ganó la Copa Libertadores de América -una lesión en la primera final lo deja afuera de la revancha en el Morumbi- y la Copa Intercontinental frente al Milán de Italia.

En 1995 sumó una estrella más, el Torneo Apertura. En la campaña al título sólo jugó dos partidos debido a sus inconvenientes físicos que no le permitieron mantener su puesto en cancha.

En 1996 obtuvo el Clausura, pero la recuperación de sus dolencias le seguían jugando una una mala pasada, por eso firmó planilla en una sola oportunidad. En la segunda parte de ese año, ya recuperado, obtuvo la Supercopa haciendo dupla con Mauricio Pellegrino.

Vistió la camiseta de la Selección Argentina por única vez el 28 de diciembre de 1996 en Mar del Plata, en un partido amistoso ante Yugoslavia, con victoria del equipo balcánico por 3-2.

En 1997 ganó la Recopa Sudamericana en Kobe, Japón, ante River. Esa noche, por segunda vez, el Fortín levantó otra copa en el suelo oriental.

En 1998 tras la llegada de Marcelo Bielsa, se corona Campeón nuevamente y captura el Torneo Clausura.

En 1999 juega su último compromiso en Vélez. Fue el 12 de junio por la 18° fecha ante Colón de Santa Fe (1-1). El técnico era Julio Cesar Falcioni.

Víctor Hugo Sotomayor acusa 179 presencias con la divisa Fortinera, 131 por competencias locales (130 por torneos regulares de AFA, 1 por la Copa Centenario) y 48 por competencias internacionales (29 por Copa Libertadores, 9 por Supercopa, 7 por Copa Mercosur, 2 por Recopa Sudamericana y 1 por Copa Intercontinental).

Ese mismo año se incorpora a Talleres de Córdoba, que de la mano de Ricardo Gareca se adjudicó la Copa Conmebol.

En el 2002 puso fin a su carrera de futbolista. Cuenta Víctor Hugo que le pidió a su mujer que los domingos no cocinara más fideos, para así poder modificar lo que fue el menú promedio de su etapa como jugador.

Hizo el curso de técnico y luego se tomó seis años sabáticos. En la actualidad está radicado el Córdoba, posee un complejo de canchas de fútbol 7 y 8, y es percusionista de un grupo folclórico.

Su porte lo tornaba un caballero dentro y fuera de la cancha. Aunque muchas veces, en el verde césped, manejaba la virtud de saber pegar sin que lo vieran los árbitros. Fino, elegante para cerrar por tierra o aire en cada cruce y salir jugando. Paradójicamente nunca marcó goles, pero sin duda evitó varios.

Víctor Hugo Sotomayor, un ganador nato que supo hacer historia y conseguir un destacado lugar en el Salón de la Fama Fortinero.