Endulzan nuestros oídos aquellas personas que nos cuentan las historias más antiguas de Vélez Sarsfield, sus inicios en el club, el origen de las peñas y las famosas banderas, esos ?trapos? que estuvieron SIEMPRE junto a los jugadores en cada cancha y en cada momento, que se aguantaron los buenos y malos tragos en diferentes situaciones.
Es por eso, que ?La Sub Comisión del Hincha? tiene el agrado de dedicarle una sección de esta página para poder compartir con ustedes cada historia y anécdota de los mismos protagonistas de aquellas banderas, que fueron transcurriendo diferentes situaciones de vida a través de los años y hoy en día se convirtieron en un potencial muy importante dentro y fuera de la cancha junto con sus peñas.
Quien abre éste espacio dedicado a ?Las Banderas? es VILLA LUZURIAGA, La Sub Comisión del Hincha pudo dialogar con sus primeros creadores: Marcelo Piñeyro, Daniel Piñeyro, Pascual Artuza y El Tata Piñeyro, quiénes estuvieron muy cómodos al momento de contarnos cómo fueron creciendo junto con su ?trapo?, sus inicios y la actualidad de cada uno de ellos.
¿Cómo fue que decidieron crear la bandera de ?Villa Luzuriaga??
Marcelo: Habrá sido entre el año 90?, 91?, no recuerdo bien, en ese momento siempre que enfocaban por tele la bandera del pato nos hervía la sangre, porque sabíamos que era de Villa Luzuriaga y estaba en River, entonces decidimos hacerla para poder empezar a aparecer dentro de las canchas y demostrar que Vélez tenía gente no sólo en los alrededores de los barrios fortineros..
¿Dónde la ubicaron las primeras veces que la colgaron en la cancha?
Marcelo: Siempre nos poníamos en la parte de la popular oeste, íbamos arriba del techo del baño y ahí estaba la bandera, en esa época estaba Ortega Sánchez, Salazar, Ferreyra, había que ir a ver esa banda, pero siempre nos encontrábamos ahí alentando y apoyando a nuestro equipo a pesar de los resultados que terminábamos 4tos, 5tos.
¿Cuál fue el primer partido de la bandera?
Pascual: El primer partido recuerdo que fue con Boca, le trajo suerte a Ivanovich porque ese mismo día hizo un gol a pesar de lo mal que se estaba jugando en ese momento y lo poco querido que era dentro de las tribunas.
¿Cómo se manejaban para llevarla de visitante?
Marcelo: La verdad que no se podía llevar mucho de visitante, éramos nosotros cuatro nada más quiénes estaban a cargo y si alguno la llegaba a perder iba a ser muy doloroso, así que no nos arriesgábamos tanto de andar por la calle con ?el trapo?. Con el tiempo me di cuenta que era mejor que termine en manos de los más chicos, así que tome la decisión y la entregue para poder verla dentro de todas las canchas.
Pascual: No existía Bahía Blanca, Mendoza, Jujuy, aquellos viajes largos de hoy en día, eran solo Rosario, Córdoba y La Plata.
¿Quién se encargó de elegir la tela?
Pascual: Yo fui a comprar las telas, me encargué de que sea resistente a cualquier tipo de clima y mismo a la gente que en el partido al querer correrla la estiran y te la terminan rompiendo. Así que decidimos entre todos ponerle un plástico alrededor de todo el borde y unos ganchos en las puntas con la intensión de que quede fija en el alambrado y estirada para que se pueda ver y sea fácil al momento de sacarla y ponerla.
¿Cómo consiguieron la posición atrás del arco?
Marcelo: La verdad que se lo ganó con el tiempo, como en hoy en día es costumbre colgar la bandera y respetar el lugar, en aquellas épocas pasaba lo mismo. Siempre se respetaba el lugar que le correspondía a cada bandera y fue en un partido que la colgamos en el mismo lugar, al haber tanta gente tapaba y Andrés Chicago se quejó, pidiendo que la saquen del lugar y de la nada otro muchachos más joven nos defendió diciendo que ?la bandera era cabala así que no se movía del lugar?. Vos imagínate cómo abrimos los ojos y lo sorprendidos que quedamos al escuchar eso, de alguien que no era parte de nosotros, fue increíble ese momento.
¿Cuál fue el lugar que mas lejos la llevaron?
Pascual: El lugar mas lejano fue La Plata, hay que pensar que esos tiempos era una de las canchas de visitante en las que había que viajar, me acuerdo que la colgamos en el corner, el frío que pasamos ese día es imborrable. Solíamos ponerla cerca del arco por la satisfacción que se tenía después verla por televisión y decir ?yo estuve ahí?.
¿Era peligroso para esa época llevar la bandera?
Marcelo: En la época en que se vivían robando los trapos nosotros no tuvimos ningún tipo de problemas, porque al ser cuatro los integrantes la podíamos disimular bien, llevándola en una bolsita de nylon cada uno para poder pasar como desapercibidos. Hubo un tiempo que la dejamos de llevar cuando salió la prohibición de banderas grandes y largas. Pensamos en cortarla cómo para que siga presente, pero era arruinar algo que cuidábamos más que a nuestra propia vida, así que decidimos seguir yendo pero si nuestra bandera.
Pascual: Generalmente la poníamos del lado de adentro, dónde teníamos que ir más temprano para poder entrar a la cancha, pero lo peor era la salida cuando había que esperar que se vayan todos para poder sacarla, pero siempre estaban los mismos chicos, en ese momento más grandes que nosotros, que se ofrecían a cuidarla, mientras hacíamos un poco de tiempo.
¿Cómo fue que tomaron la decisión de entregarla a los más jóvenes?
Marcelo: Primero que nada debemos destacar que la bandera tiene un dueño y se llama Marcelo Capurso, aunque hoy en día el lo niegue, fue quién nos acompaño a ponerla las primeras veces, después con el tiempo me puse a pensar que es lindo ver ese ?trapo? dentro de la cancha. Hoy en día no son cuatro los responsables de Villa Luzuriaga, es una banda amiga que sabe como cuidarla y más sabiendo la historia que tiene esa bandera.
Ustedes son una de las banderas más antiguas de toda la cancha...
Sí, junto con la de Ciudad Evita, pensamos que es la más vieja pero es la más linda de todas.
¿Qué sintieron el día del centenario cuándo la vieron entre la gente?
Daniel: Yo lo primero que veo al levantar la cabeza en la pantalla es el escudo y se fue corriendo hasta llegar a la bandera, lo único que se me pasaba por la cabeza era un.. ? mira vos..?
Marcelo: Me subió el ego personal, fue increíble saber que era mío y querer gritarlo o compartirlo con aquellos que sabían todo lo que viví gracias a ese ?trapo?.
Se ve en sus sonrisas y en sus ojos el orgullo que tienen de pertenecer a Villa Luzuriaga, ser parte de esa hermosa familia fortinera que vivió anécdotas y recuerdos imborrables gracias a Vélez Sarsfield, el club de sus amores.
Entrevista por: Magalí Reppeti