Fútbol

“Gabriel nos dio confianza y libertad para jugar”

Nicolás Domínguez se entrevistó en exclusiva con el Sitio Oficial y contó sus sensaciones, tras haber alcanzado el objetivo de permanencia el pasado lunes ante San Lorenzo. Cómo vive y piensa uno de los juveniles que llegó a Primera mostrando juego, personalidad y calidad.

Por Carlos Martino

Callado, casi como metido para adentro, pero atrevido en el césped. Con la seriedad que no abunda en los pibes de su edad y con las cosas bien claras. Por lo menos, uno se lleva esa impresión al verlo.

Pertenece a la camada de jugadores jóvenes que llegaron al fútbol grande de la Argentina a cumplir sus sueños, en una primera división caliente. Sin embargo, mostró la personalidad justa como para no ser absorbido por la presión y creció en cada partido para darle un salto de calidad al equipo.

Nicolás Domínguez tiene muy en claro cómo era el cuadro de situación en Vélez. El objetivo principal de la salvación, el aprender a los golpes y de ninguna manera, bajar los brazos. "Salvarnos era nuestro principal objetivo. Ahora ya podemos empezar a mirar para arriba".

Sin embargo y más allá de haber mantenido la categoría a cuatro fechas del final (cinco partidos para el Fortín contando lo que resta jugar ante Colón), el propósito de fondo es obvio. Sumar, es la palabra a tatuarse en la mente de todos en lo que falta y lo que vendrá. Así lo siente también Nico. "Tenemos que seguir sumando puntos para poder pensar tranquilos en lo que viene".

"Este presente nos ayudó mucho a todos para crecer y a progresar como jugadores".

Al mismo tiempo, el volante nacido un 28 de junio de 1998, reconoce que el camino no iba a ser fácil. Es que a veces se pasa por alto que recién lleva un año y días en primera, que no conoce otra realidad que la de pelarse el lomo para ayudar al club y a su vez intentando que no se los "devore" el momento. "Sabíamos que iba a ser difícil porque estaba complicada la situación. Veníamos del año pasado donde nos salvamos, y este también fue muy duro". Pero también, Domínguez entiende que es parte del aprendizaje (avanzado) que a veces propone el fútbol. "Este presente nos ayudó mucho a todos para crecer y a progresar como jugadores".

Debutó de la mano de Omar De Felippe en lo que fue la victoria ante Estudiantes en casa por 3 a 2, en marzo de 2017. También jugó con Marcelo Gómez en su interinato de cuatro partidos al final del año. Pero sin dudas, Nicolás alcanzó regularidad con el arribo de Gabriel Heinze. Un entrenador que llegó con un estilo de juego bien definido y una firme convicción a la hora de llevarlo a cabo en cancha. Dato. Desde ese debut hasta la fecha, fue el único jugador de campo que estuvo en todas las convocatorias para encuentros oficiales de Vélez, sea torneo o copa. "Gabriel nos ayudó mucho porque nos dio mucha confianza y mayor libertad para jugar"; afirmó a la vez que reconoció que "su proyecto, la idea que propone nos benefició mucho a todos".

El fútbol moderno no entiende de tiempos. Mucho menos, cuando la matemática aprieta y los números no cierran. En medio de esa vorágine, el equipo comenzó a cimentar las bases de este presente, para potenciarlo necesariamente a futuro. "Tuvimos que asimilar rápido los conceptos que él nos daba porque este fue un torneo de seis meses para nosotros. No tuvimos mucho tiempo antes para trabajarlo. A medida que fue pasando el tiempo y las semanas, fuimos encontrando el funcionamiento que el entrenador quiere.".

Su familia lo acompaña, siempre. Su padre, Jorge,  aún guarda frescas las lágrimas de su primer gol en primera, en Victoria ante Tigre. Por eso, más allá de las presiones lógicas por la actualidad, Nico sabe valorar lo que se le presenta. Sin dramatismo. "Lo vivo muy bien y muy contento. En lo personal, estoy atravesando un buen momento. Me siento muy cómodo con el plantel y con mis compañeros".

Entiende todo y redobla la apuesta. "Se disfruta el día a día, como también cuando jugamos los partidos. Tratamos todos de estar tranquilos para hacer las cosas lo mejor posible".