Un nuevo ciclo ha concluido con los dos grupos de nivel intermedio ya existentes, y con los objetivos cumplidos también en el grupo nuevo, de nivel inicial. ¿Cuáles fueron esos objetivos? Conocer, comprender y utilizar el idioma en su forma escrita y hablada, trabajar en un clima cálido y entretenido, que fomenta el intercambio y la participación de todos de acuerdo a cada una de sus posibilidades.
La meta para el próximo año es continuar afianzando e incrementando lazos y conocimientos, y aprender con placer la hermosa lengua del Dante.
Las clases correspondientes al 2018 finalizaron este martes 4 de diciembre, y se dictaron los miércoles y jueves de 18:30 a 19:30 y de 19:30 a 21:00. La actividad se retomará a partir de marzo de 2019.
La enseñanza de lenguas extranjeras se constituye en un espacio que promueve una actitud ética fundamental para los procesos de democratización social y cultural de una comunidad lingüística: la toma de conciencia de la existencia del otro. Este reconocimiento del otro moviliza dos situaciones cruciales: la tolerancia hacia la diferencia y la aceptación de lo relativo.
El universo socio cultural que suele acompañar a cada lengua extranjera instaura un lugar posible para la percepción de la diferencia frente a lo propio. Se trata de los diferentes modos de organización y valores atribuidos a, entre otros aspectos, la vida familiar, el esparcimiento, el estudio, el trabajo, la alimentación, las creencias religiosas. Hay singularidades que permiten distinguir a la cultura alemana de la italiana o de la francesa. Este es uno de los secretos de estudiar una lengua extranjera, en este caso el italiano, descubrir las diferencias y semejanzas en lo socio cultural.