En la previa al entrenamiento que finalmente tendrá lugar en la Villa Olímpica, el entrenador mantuvo diálogo con los medios periodísticos que se hicieron presentes en el Estadio José Amalfitani. Y sus primeras declaraciones giraron en torno a la última victoria del primer equipo: "Ante Temperley se hizo un muy buen primer tiempo, como lo veníamos trabajando; se vio un conjunto compacto y con movimientos alentadores de lo que es el juego. Me fui con muchas cosas positivas. Las negativas las vimos y las charlamos. Cuando hay resultados positivos, todo se da en un clima mejor".

En varios pasajes de la conferencia, Gabriel Heinze resaltó las virtudes de sus dirigidos y el orgullo que le despierta ver cómo se sobreponen. Incluso cuando el resultado es cambiante, como el sábado ante el Gasolero: "La reacción ya la vienen demostrando hace rato. Cuando los golpean ellos demuestran con sus armas que pueden volver al partido para sacarlo adelante. No puedo tratar de cambiar lo que tenemos que hacer en un partido cuando vamos ganando. El problema nuestro está en no poder controlar el juego y ahí se lo damos al rival, eso es algo a mejorar", dijo el Gringo. Y agregó: "La solidez del equipo es parte del entrenador, no de los jugadores; tengo que lograr un equipo más equilibrado".

"La defensa no es frágil porque buscamos atacar. Sí se ve en situaciones donde hay espacios grandes o en igualdad numérica del rival; es verdad. Debemos mejorar en esas circunstancias del juego, dado que el fútbol no es sólo atacar si no que no te hagan goles".

Consultado sobre el nivel que muestra bajo los tres palos César Rigamonti, el D.T. comentó: "No evalúo al arquero o a un jugador por rendimiento de un partido o actuaciones. Trato de entrenarlos y darles todo. Después uno elige al que está mejor. Si tengo que cambiarlo lo haré sin problemas, porque siempre busco lo mejor para Vélez".

Siguiendo con las consideraciones individuales sobre determinado futbolista, sobre Lucas Robertone añadió que "siempre estuvo en el equipo, la decisión de si juega o no es mía", al igual que el caso de Santiago Cáseres, de quien dijo, dirigiéndose al periodista que preguntó sobre su posible vuelta al equipo "que está disponible pero no te voy a decir si juega o no". Respecto a Mauro Zárate, Heinze fue enfático: "No va a llegar al partido del sábado, no está trabajando con el plantel, tuvo una pequeña molestia y se está recuperando con los kinesiólogos. Del resto, aparte de Marco (Torsiglieri) están todos disponibles".

"Veo a Vélez como un equipo vivo, que con sus armas cuando es golpeado, demuestra que puede volver a meterse en el partido. Respecto a los errores, es hablarlo y darles nosotros la mayor cantidad de herramientas para superarse".

El Taladro aparece en el camino de Vélez y por supuesto, valió la consideración del Gringo: "Va a ser un partido duro ante un equipo muy sólido y con mucha jerarquía, con jugadores con mucha experiencia. Trataremos de hacer nuestro juego". Asimismo, amplió la idea del juego que pretende de sus dirigidos para el encuentro del sábado: "Banfield se va a enfrentar a un equipo que no se lo va a poner fácil, que no se va a rendir jamás, que le gusta jugar y que tiene unas ganas tremendas. Un equipo que busca representar de la mejor forma al fútbol de su club, al cual quiere con el corazón y eso es un plus".

Cerrando el diálogo con la prensa, Gabriel Heinze brindó palabras de agradecimiento para con sus jugadores y la institución en general: "A mi me gustaría hoy ser hincha de Vélez. Yo me sentiría orgulloso de estos chicos".