Institución

Vélez y la Gimnasia, un sólo corazón

Federico Cury practica gimnasia de trampolín y ganó una medalla de plata en los Juegos Suramericanos de Cochabamba. Hincha fanático de Vélez, contó cómo es combinar las dos pasiones.

Por Micaela Piserchia

Los Juegos Suramericanos de Cochabamba terminaron y, además de los medallistas que representan a Vélez deportivamente, también hubo un ganador velezano: Federico Cury. Tiene 22 años, vive en Villa Urquiza y forma parte del Seleccionado Nacional de Gimnasia de Trampolín. En su primera participación en estos Juegos, tuvo una gran actuación y se consagró Subcampeón Suramericano.

La Gimnasia de Trampolín se divide especialidades de Trampolín (cama elástica), Doble Mini Trampolín y Tumbling cuyas series y saltos son evaluados por jueces en cuanto a la dificultad, altura y prolijidad, entre otros ítems (cada especialidad tiene su exigencia, por supuesto). La disciplina, muy poco usual en nuestro país, estuvo en su vida desde muy chiquito y es por eso que nunca sufrió los prejuicios por practicar el deporte: "Nunca me dijeron 'ah sos gay' o algo así -aunque no tiene nada de malo- pero nunca me molestaron con esas cosas. El mostrarles videos de torneos o entrenamientos hizo que se tornara más normal".

Lo que más le gusta a Federico del deporte es "la sensación de volar y saber que lo puedo controlar". Y, curiosamente, agrega: "A mí me da miedo la altura, me subo a un edificio y me da miedo (risas), pero en el trampolín no, le pego a la cama elastica y subo lo que yo quiero".

No obstante, no todo es la gimnasia para él. Confeso hincha de Vélez, Cury divide su tiempo en entrenar, tener amigos e ir a la cancha a ver al Fortín.

"Soy de Vélez desde los 3, 4 años. Me hizo hincha el papá de un amigo que iba conmigo al jardín, Héctor Aberastain. Él me obligaba a usar ropa de Vélez (risas), cada vez que iba a la casa a merendar me decía que no podía entrar si tenía algo de otro club y me vestía con los colores del Fortín. Mis papás son de Boca y River, así que él me llevó a la cancha desde chiquito y no dejé de ir más", contó acerca de los orígenes de su amor por la V azulada.

A pesar de tener una agenda tan ocupada entre sus seis días de entrenamiento más el profesorado de Educación Física, Cury siempre que puede se hace una escapada al Amalfitani para ver un poco de fútbol, un deporte que hizo cuando era chico pero al que claramente no se dedicó. Si bien empezó yendo a la Norte, su lugar en la cancha está en la Platea Sur junto a Héctor y su amigo Matías. "Si estoy de viaje trato siempre de encontrar la manera de ver el partido, sino busco estar al tanto", dijo respecto de su seguimiento al equipo teniendo en cuenta la cantidad de torneos a los que asiste a lo largo del año.

El hincha futbolero sabe que esto es una pasión incomparable y, aunque Federico dedique mucho tiempo de su vida a entrenar, pudo poner en palabras cómo se siente cuando viene a ver a Vélez: "Me encanta ir a la cancha y sentirme cerca de los jugadores, escuchar la hinchada me emociona y ni que hablar cuando hacemos un gol, es una locura total, me pongo eufórico". Con Chilavert, Cristaldo y Mauro Zárate como ídolos, admite que juega poco al fútbol dada la exigencia y cuidado que tiene en su deporte.

En su retina grabó muchos momentos inolvidables siguiendo a Vélez pero los que destaca son el gol de chilena del Churry Cristaldo a Huracán y el campeonato de 2009. ¿Su canción preferida? "La del Morumbí, obvio". Hoy, como todo hincha, está disfrutando del momento del equipo de Heinze después de tantos años de sufrimiento: "Fue muy jodido, me mataba calcular los promedios partido a partido, pero ahora estamos levantando así que me pone más contento".

Por último, dio su opinión de Vélez a nivel institucional y lo definió como "un club enorme. En lo social es uno de los clubes que más incluye a la familia, ofrece muchas cosas para hacer. El fútbol no es todo, este es un club que le da mucho interés a otros deportes, incluso supe de la inauguración del gimnasio y es buenísimo para que este deporte se pueda desarrollar".

Con 22 años, sueña con conocer a Mauro Zárate y en cuanto a su deporte, espera que crezca, para tener más apoyo y continuar obteniendo logros tan importantes como esta medalla de plata.